lunes, 31 de julio de 2017

A la deriva



Nadie te enseña el arma del delito,
a romper el mito de las mariposas en tu estómago.
Nadie te advierte de los efectos secundarios, ni de que su olor se acabará yendo del armario.
Aprendes a esconder el hacha de guerra en tu propio costado, para que no sea él el herido y acabas tú sangrando.

Desangras noches como estay explotas tu pecho en un folio,
Te llenas la copa, vacías tu alma.
Piensas: "La siguiente vez, me lo tomaré con más calma".
Sueñas un final alternativo, escribes tu propia versión de la historia, y te das cuenta que no hubo victoria ni vencidos.
Sólo dos corazones vendidos al latido de otra persona.
Te olvidas de que la cura es el olvido, que todo ha sido otro episodio,
que del amor al odio hay un solo paso, pero en nuestro caso, es caer al precipicio.

Te preguntas por qué la poesía en lugar de reconstruirnos, nos convierte en las ruinas de la métrica.
Por qué la música ha dejado de sonar   y tú ya no me sacas a bailar en mitad de nuestro desastre.
Quiero que te aprendas cada uno de los lunares de mi espalda.
Tengo una línea de ellos que parecen una cuerda segura, te dejo agarrarte a ella cuando todo se derrumbe.

Quiero que claves tu bandera en cada uno de los huesos de mi columna vertebral, que conozcas los lunares que sujetan una de mis clavículas y que parecen querer encuadrar donde encajaría tu boca a la perfección, quiero que los conquistes a besos.
Quiero que hagas llover entre mis piernas cien diluvias por minuto, quiero ser un náufrago agarrándose a tus costillas como si fuera una madera en mitad del océano, que nos quitemos la sed a gemidos.

Quiero que los botones de mi camisa sean
tus peores enemigos y la cremallera de mi pantalón un tobogán a mis suspiros.
A ver si te enteras,
Quiero, te quiero.
Y lo quiero todo contigo.
Pero yo buscaba una persona que no quisiera perderme, sino perderse conmigo.
Alguien que disfrutara de mi desastre y formara parte de mi baile.

Me colgué un cartel en el pecho que decía:
"Se busca corazón dispuesto a romperse con el mío
y aprenda a querer sobre los cristales. Busco sonrisa que quiera desgastar sus labios a besos,
que se rompa los dientes por mis caderas.

Una boca que se pierda si no le orienta mi lengua.
Busco alguien que me encuentre cuando ando perdida y que me muestre que todo mapa que
necesito está entre sus piernas."
Ojalá no me dejaras ir como haces siempre,
porque va a llegar diciembre,
y tal y como venga el frío te darás cuenta de que no fue mío lo que acabó esto para siempre.

Pero es que llega el momento
en el que te cansas de ver pasar trenes
una y otra vez, y quieres que,
de una vez por todas,
te esperen a ti y te digan:
"Personas como tú sólo
pasan una vez en la vida y yo,
no voy a perderte".

– Loreto Sesma

miércoles, 26 de julio de 2017

La necesidad hace a la persona.





Déjame, Poesía, ahora,
déjame ser poema tuyo,
o no serlo y gozar del anhelo,
gozar sin ser poema
de lo que es ser un poeta.

Déjame ser Poesía,
ser tú y no yo,
hurtarte a hechizos con los picos de tabasco,
piedra de arenisca que se cuece en el océano,
de palabras el azul marino.
Déjame sin mí, sin ti, sin pena ni gloria,
sin auspicio arbóreo, para liviano buscarme,
gozoso jactarme, de la belleza que te añora.

Déjame, que no soy libre si tú no aleteas
por mis huesos, calcio de mis fronteras,
taiga sin laderas, tundra de plata,
que me olvide de los poemas,
de ser poeta de gallinas y sapos
y de mimar el mimbre de la lumbre de tus ojos,
que no ven si no el humo en el que quedo sin ser tú,
que te quiero, no lo entiendo, lo asimilo,
que te olvido, no me pierdo, te sigo.

Déjame, Poesía, ahora,
átame y hazme tuyo,
que fui poeta para ser poema
y todavía te deseo en mis secretos.


—Esteban Belmonte


martes, 25 de julio de 2017

Soy, aunque a veces no esté.


“Tras haber leído, subrayado y quemado cada una de las hojas me he dado cuenta de que yo nunca fui Don Quijote, porque nunca fui valiente, nunca me atreví a enfrentarme a mis gigantes, he aprendido que el invierno no era la llegada del frió, si no ver llorar a mi padre, he llegado a la conclusión de que nunca acabare de memorizar cada una de mis cicatrices porque las sigo confundiendo con heridas cuando me empeño en abrirlas, he medido la distancia en abrazos que le debía a mi hermana. Me he dado cuenta de que el amor no tenía nada que ver con lo que me habían contado, solo tenía que ver contigo, y solo lo he sabido cuando a mitad del huracán he necesitado crear mapas con la piel de tu espalda.

He aprendido que no es a la tercera cuando te das por vencido, porque nunca has de rendirte, que voy a tropezar, a caer y hacerme tantísimas heridas que voy a querer tener un doctorado en huidas pero acabare tirando para adelante, porque sin andar no hay camino y sin camino no hay historia, ni victoria, solo derrota, además andando hacia atrás uno siempre tiene más probabilidades de tropezar con la misma piedra. También he aprendido que la magia del naufragio no está en llegar a ser superviviente, si no en aprender a bailar con el vaivén del mar en mitad de la tormenta, agarrar el timón, aguantar el tirón, enamorarte de la corriente, ser paciente que las nubes se irán, que ya lo decían los Beatles, el sol en algún momento va a llegar, y mientras, mientras tendríamos que bailar, bailar escuchando Calamaro, cantando con mi padre a Glee en el coche, otorgándole a la noche un derroche de caderas.


De veras creías que iba a rendirme, los que estuvisteis apuntándome con el dedo, deberíais saber que sigo siendo yo la que me pongo la pistola en la sien y la que decido si apretar o no el gatillo, que no hay más balas para mí que las que yo misma fabrico y no tengo más heridas que las que yo me hice por voluntad propia. Lo bueno de tener el corazón hecho pedazos, que las balas de los demás tal como entran, salen. En fin que no necesito la saliva de nadie para curarme, eso tuve que aprender a hacerlo yo sólita, que por mi suerte o para vuestra desgracia todavía no voy a ser el blanco fácil de nadie, porque lo único que me hace llorar es ver cada domingo a mi madre despedirse en la estación. No busco la aprobación de algún que otro imbécil que me dirá que esto no es poesía, porque es verdad no lo es, esto es vida, la mía, asi que ya decidiré yo como escribirla. En fin, que sigo queriendo a morir a todos los que me agarran cuando me fallan las fuerzas, que sigo teniendo en cuenta que aunque llegue el día que la sonrisa se me tuerza van a a estar ellos colocándome el mundo, y por eso lo último, pero más importante que he aprendido es que no soy, aunque a veces no este, si no que estoy, aunque a veces no sea. 


— 
Loreto Sesma


lunes, 24 de julio de 2017

Siempre las palabras correctas



“Quedan avisados, todo lo que me gustaría pedir es imposible de envolver, rodear con un gran lazo rojo y poner debajo de cualquier árbol. Porque lo que me gustaría pedir es que todos los relojes del mundo se pararan por un segundo y las pantallas se apagasen para poder mirarnos a los ojos, sonreírnos y decirnos todo lo que nos está estallando dentro, toda esa dinamita que no nos deja bailar con la vida y nos obliga a cronometrar lo tarde que llegamos al trabajo, lo que marcan las cuentas en el banco, cada atraco que no hemos planeado, la boca que nos hizo salir de una bancarrota de esperanzas, si pudiera, si pudiera haría sonar una gran orquesta que inundara

con música todo el mundo, para enseñarles a los niños que existe la magia, para mostrarles a sus padres que deberían olvidarse de buscar el truco, que no hay truco, que a veces la vida nos atropella nos dispara nos deja arañando las aceras de las calles en busca de un resquicio de ilusión, pero que también es bonita que merece todo la pena, que por esos momentos por los que suena tu canción favorita en la radio o tu amigo te espera con una cerveza en el bar de siempre, esos momentos en los que la ves reírse como si le diera todo igual o ese maldito instante en el que él te mira y hace derrumbar tus muros, aquella noche en la que te pareció que podías conquistar el mundo, la mañana que juraste que nunca más volverías a beber, el peor error de tu vida, o esa vez en que te empeñaste en convertirte de una vez por todas en acierto, el vestido más bonito que has tenido, el

partido en el garito de siempre, ver a tu pequeño guerrero convertirse en adulto o ver a tus abuelos celebrar su 70 aniversario brindando con un vaso de leche, todo, escúchame todo merece la pena, merece la pena romperse la falda para luchar contra un mundo que a veces es tan injusto, pero que no para de girar alrededor del sol para que no olvidemos lo bonito que es bailar alrededor de quien te da luz, calor, de quien te da vida. Sé que lo que pido es imposible de envolver  pero se eso no hace que sea algo necesariamente imposible. Me van a perdonar por no poner nombre ni dirección del emisor, pero es que este año he encontrado demasiados  lugares hogar, y demasiadas personas refugio. Y con respecto a mí, sigo descubriendo lo que soy, pero sigo teniendo claro lo que quiero ser, feliz, y tú deberías serlo también porque un año más, una vez más, nos lo merecemos.”


— 
Loreto Sesma

sábado, 22 de julio de 2017

Elijo el sí como respuesta



Elijo el sí como respuesta,
la afirmación frente a la negación,
el “adelante” antes que el “no puedo”.
Aprender a verle el lado bueno al cero,
sumarle puntos a la vida sonriendo.
Bailar, y bailar, y bailar, 
incluso cuando siento que no puedo. 


Elijo vivir,
aún sabiendo que la caída es la única técnica de aprendizaje.
Elijo el amor,
el beso,
el abrazo,
amar cada pedazo de la persona a quien me debo.

Elijo enredarme en mi propio pelo,
aprenderme de memoria
y descubrirme un poco más en cada día nuevo.


Elijo el amanecer,
el nuevo comienzo.
Crecer,
perder
permanecer
y seguir sonriendo. 
Sigo poniendo por mí las manos en el fuego,
los que no creían en mí 
ya les he ido sorprendiendo.


Estoy orgullosa de mí,
y no tengo por qué esconderlo.
Elijo equivocarme,
una y otra y otra vez,
seguir aprendiendo.
Elijo las cosquillas para que me ría,
el golpe en las costillas
y la vida en su sentido más pleno.
Elijo vivir,
no me culpen por ello.



— 
Loreto Sesma

martes, 18 de julio de 2017

Siempre habrá miedos de más


Siempre habrá miedos de más
y besos de menos
millones de eneros reducidos al frío
y besos en tu boca sin ser ninguno mío.
Siempre habrá veranos para cometer errores,
e inviernos para llorarlos.
Noches de amores y copa
en los que alguna loca te convierta en cuerdo.
Muerdo el polvo si es por ti,
pero no te olvides de que pienso comerme el mundo
aunque tú no estés aquí
cuando llegue el invierno.
 — 
Loreto Sesma

domingo, 16 de julio de 2017

De cuando te vi bailar




Madrid está deseando volver a verte bailar, niña,
se muere por rasgarse la garganta al gritar en mitad de Gran Vía
que eres sueño de poetas.
estando en mitad del mar.
Cómo haces eso de reír tan fuerte y tan bonito



Tienes tantos naufragios a la espalda
que no se te ocurre otra forma de vivir
que no sea a la deriva.
que si hay algo que sabes hacer mejor que llorar,
Será que ya has aprendido
es sonreír.



Llevas un mensaje subliminal en ese vestido que dicta:
"Vamos a bailar, amor, vamos a bailar
así quién no escribe.
hasta caer rendidos ante el mundo".
Y claro,
Así,
quién tiene
cojones de no escribirte.


— Loreto Sesma

sábado, 15 de julio de 2017

Ya he dado la vuelta a tu cuerpo en ochenta días, y ahora me da por pensar cuando decías que lo único que dura siempre son los recuerdos,

— Loreto Sesma.

Una despedida no siempre es un adiós...


Hay cosas que son muy difíciles de cambiar amistades que aunque se disipan siguen presentes, amores que matan por eso de que el amor cuando no muere mata porque, amores que matan nunca mueren. Personas que han muerto y sin embargo su recuerdo está más ciego que nunca. Existen también sonrisas de melancolía y lágrimas de felicidad, por eso no entiendo porque siempre lo relacionamos con lo contrario, joder, eh visto llorar a mi madre cada vez que mi hermano triunfaba y la eh visto sonreír cuando el mundo en realidad se estaba yendo a la mierda. Crecí siendo adulta y ahora cada vez soy más niña, porque no sabéis cuanto añoro mi inocencia que se caracterizaba por esa tendencia creer que todo es posible, sentir esas mariposas que revoloteaban y que ahora han vuelto a ser orugas.
También eh sido espectador, actriz y guionista acabando a veces con el escenario y quemando un telón que ninguna culpa tenia de que el argumento no me gustase, eh mentido para no hacer daño y fui sincera para herir en lo más hondo del  que me había bombardeado. Muchos han dudado de que fuese capaz de hacer algunas cosas y luego eh brindado por ellos cuando eh llegado  a la sima y les eh mandado un beso cargado de reproches, porque también eh sido Judas Iscariote.
Eh sido creyente y eh dudado de Dios y su mandato, no supe que era el amor hasta que leí a Benedetti y la primera vez que probé esta droga fue leyendo a uno de los grandes y desde entonces necesito mi dosis diaria de besos de Neruda, sentimientos de Becker y dosis de realidad de Escandar y no te voy a mentir cada día necesito respirar cada vocablo, sentir en mis venas fluir la poesía y llegar a lo más alto, aunque no sé a dónde, en una especie de éxtasis en forma de métrica por eso ahora cuándo dejo mi tierra me da miedo mirar atrás y ver que algunos errores no me sirvieron para nada, sino para darme cuenta de que la vida no es más que una lucha, que no se luchar pero todavía me mantengo en pie y no sé porqué y que respirar a veces puede ahogarte y por eso odio profundamente las despedidas, porque llevan un mensaje subliminal que grita que no puede haber mañana, porque de todos los vocablos que me llevan al cielo la única que me da miedo es…adiós.

    Loreto Sesma

jueves, 13 de julio de 2017

Cielo, se ha roto el reloj del salón...


Cielo, se ha roto el reloj del salón, ni rastro queda de las notas que me dejabas en la mesilla por las mañanas, que decían:
“ Pequeña, he ido a comprar el desayuno. Pd: no te preocupes, a comprar tabaco ya iremos juntos”. 


Las paredes de esta casa echan de menos nuestras peleas por el mando los viernes por la noche, cuando no nos apetece salir y a penas encuentro películas con las que gritar, como solíamos hacer nosotros, que nuestra vida no tenía nada que envidiar a su falso guión.
Hace unos meses, cuando me preguntaban si existían los imposibles, yo les contestaba que no, porque para mí, era realidad lo que otros llamarían utopía. Y así fue como descubrimos que los mejores sueños se tienen despiertos. Pero cómo no, la vida a venido a pedir cuentas y nuestro sistema besonómico, para nada deficitario, se ha desplomado sin que nadie nos ofrezca rescate. Hace unos meses, cuando me preguntaban cómo te conocí, yo les contestaba que no te conocía, no del todo, y que además eso era lo que más me gustaba porque cada día tenía que descubrir una nueva manía de las tuyas: como que te gusta el café templado o que las noticias de la cinco te ponen nervioso; que los lunes ves esa serie americana de asesinatos o que a pesar de hacer calor, tienes que taparte con las sábanas. 


Pero ahora, he aprendido que hay errores que tienen nombre y apellido, que a veces valoramos más lo que no hacemos y que nos mintieron cuando nos dijeron que soñar era gratis, porque al final la realidad viene a cobrarte un par de hostias. He aprendido que levantarse tras la caída no es un deber, sino una necesidad y que no son los labios quienes echan de menos los besos, sino los besos quienes extrañan tus labios.
Porque ahora soy yo la que he escrito una nota y la he dejado en la puerta de casa, y pone: 
“cielo, salí a ver como era la vida sin ti y desde entonces no he vivido; vuelve. 


 Pd: por ahí lo llaman amor, pero yo le he puesto otro nombre, el tuyo; espero que no te importe.”
Y todavía no has vuelto.


— 
Loreto Sesma

lunes, 10 de julio de 2017

La niña de la biblioteca


No puedo parar de imaginarnos convirtiendo cualquier conversación
en pura poesía.

Ya casi escucho eso del 'chica, tienes salidas para todo'
y yo con eso otro de no poder dejar de pensar en tus entradas.

Me sigues mirando mientras tus mariposas polinizan
los hongos atómicos que vas dejando en un estomago
que no esperaba tormenta.

Niña de la biblioteca,
eres mi jodido amor plutónico.

Son sólo las once de la mañana
y ya me has enamorado tres veces.
No sé qué estudias,
pero me sacaría un master sólo para que me mirases así.

Vuelves loco mi reloj biológico
que sin más se vuelve daltónico y lo transforma
todo
en una galería de semáforos en verde.

Entonces,
pedirte un café
pasa de ser una oportunidad a volverse una autentica necesidad
y la suerte se torna destino,
pero ya
nadie
quiere burlarse de él.

'Esfera del tiempo que marca la vida...'

— 
Pablo Benavente


domingo, 9 de julio de 2017

Ya no es tarde


Nunca es tarde para empezar de cero, para quemar los barcos. Para que alguien te diga “yo sólo puedo estar contigo o contra mí”.

Nunca es tarde para cortar la cuerda, para volver a echar las campanas al vuelo, para beber de esa agua que no ibas a beber.

Nunca es tarde para romper con todo. Para dejar de ser un hombre que no pueda permitirse un pasado.

Y además es tan fácil. Llega María, acaba el invierno, sale el sol. La nieve llora lágrimas de gigante vencido. Y de pronto la puerta no es un error del muro y la calma no es cal viva en el alma, y mis llaves no cierran y abren una prisión.

Es así, tan sencillo de explicar. Ya no es tarde. Y si antes escribía para poder vivir, ahora quiero vivir para contarlo.

—  Benjamín Prado

Mi amor


Mi amor, este poema
es para que lo leas cuando no esté a tu lado,
cuando no pueda ya cuidar de ti.


No te conformes nunca con alguien que no piense
que tú eres una llama más antigua que el fuego,
que tú eres su razón para vivir.


Aprende a no querer a los que no te quieran
y elige bien a qué le tendrás miedo:
no habrá sombra que oculte lo que tú temas ver.


Escapa del que piense
que el aire es la pared de lo invisible
y huye de aquel que crea
que es más feliz quien menos necesita,
porque ése no podría necesitarte a ti.


No te rindas, no olvides jamás que la tristeza
sólo es la burocracia del dolor.
Y si sientes que el mundo se derrumba,
no intentes abrazarte
a otro que esté cayendo a la vez que caes tú,
como yo hice contigo.


Algún día
tendrás que despertarte para salvar tus sueños.
Algún día sabrás que en las promesas
hay siempre un cristal roto
en el que aúlla el viento frío de la mentira.


Recuerda todo eso.
No escondas lo que sientes por miedo a ser frágil,
como aquellos
que por guardar tan bien lo que más les importa,
lo pierden para siempre.


Recuerda que no hay nada que no pueda
ocurrir cualquier día.
No olvides que esta obra ha terminado.
No olvides que le hablas a un teatro vacío.


—  Benjamín Prado

NO TE OLVIDO

No podía irme a dormir sin escribirte,
ya no sé si me lees, ya no sé si te hago falta,
sólo lo hago porque no te olvido,
porque de cierta forma, te necesito conmigo,
así sea escribiéndote, desahogándome,
en este silencio con tu voz,
con tu nombre, con tu rostro,
que arrancarte de mí, no lo consigo.

Porque no te vas, ni quieres irte,
no te puedo echar, si tampoco quiero,
lo único que se me ocurre es escribirte,
de mi corazón, de este amor tan sincero,
aunque ni lo sepas,
pero anhelo esa probabilidad,
que me recuerdes,
como yo te recuerdo a veces en mi soledad.

Me pregunto aún, si quedará en ti algo de lo nuestro,
nuestras tardes, nuestras noches nuestros momentos,
si recordarás nuestras alegrías y los besos al viento,
si pensarás en mí y en como ahora me siento.
Y si a veces de repente te demoras al dormir,
si soy aunque sea una pequeña frase en tu oración,
son tantas cosas para mí, dífíciles de describir,
decirte y confesarte que aún estás en mi corazón.

Por eso no puedo dormir, necesitaba que lo sepas,
quizás no lo leas, tal vez no es la hora,
pero algún día sabrás que entre mis letras,
nunca te fuiste, no te irás, mucho menos ahora.

Aunque ya no permitas

Aunque ya no permitas que mis manos te acaricien. Aunque ya no consientas que mis ojos y mis amores te invadan. Aunque ya no...